Escribiendo en la oscuridad

Hay grandes hombres y mujeres que a pesar de sus discapacidades físicas  supieron sobreponerse a ellas y sobresalir para dejar la huella más honda del ser humano: ser útil.

No sé cuantos nombres se pueden citar, pero escojamos solo algunos de los más famosos y otros menos conocidos: Miguel de Cervantes, llamado también el Manco de Lepanto; Ludwig van Beethoven, fue perdiendo el sentido del oído y Helen Keller, sorda y ciega  se impuso a los obstáculos y aprendió a hablar y escribir lo que la convirtió en una escritora. Menos conocido tenemos a Henry Reeve, norteamericano que peleó en la Guerra de Independencia Cubana en el siglo XIX y perdió una pierna, sin embargo continuó luchando y para sostenerse en el caballo se amarraba la pierna a éste.

Luego no es de extrañar que un grupo de invidentes, débiles visuales y sordos ciegos encuentren en la literatura una vía para su realización como personas.

En el reciente Encuentro Literario auspiciado a principios de diciembre por la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) en la provincia, la magia de la literatura en los géneros de  poesía, décima y narrativa para adultos encontró cultivadores que obtuvieron los premios a sus obras como Linconln García, Genor Ibañez, Osleida Mesa, Luis Grillo, Isabel Santana y Humberto Rodríguez.

Pero también la literatura para niños se expuso en poesía y narrativa con ejemplos que muestran la sensibilidad de estas personas cuando se trata de escribir para los más pequeños. Los ganadores son Celsa Aguilera, Nadia Díaz, Georgina Chávez y Luis Grillo.

El jurado, integrado por profesionales del Centro Provincial de Casas de Cultura, elogió la muestra compuesta por 28 obras de las cuales 11 ocuparon los tres primeros lugares, con menciones para nueve del resto.

Jóvenes novatos y participantes asiduos a este evento que se celebra anualmente rompen barreras y se imponen a las sombras, sabiendo que conjugando los sentidos, el sentimiento y los conocimientos podrán crear todo lo que la voluntad les permita. Y qué ejemplo más elocuente que el de Celsa Aguilera ciega e hipoacúsica pero abierta toda su  sensibilidad para escribirle a los niños. También el profesor Linconln  García ciego y casi sin poder disponer de sus extremidades inferiores, escritor con numerosos premios por sus valores literarios y su constante participación en eventos patrocinados por diferentes instituciones culturales de la provincia y el país.

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